martes, 22 de septiembre de 2015

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Boletín Electrónico Vender+Libros
Año XII Nº 2369• ISSN 1667-9296 • San Martín, 22 de septiembre de 2015
Elecciones en la CAL
Este jueves 24 se realizarán las elecciones para la conducción de la Cámara Argentina del Libro. Dos listas se presentan esta oportunidad:
Por un lado, la que representa a la actual conducción de la CAL, encabezada porGraciela Rosenberg, junto a Martín Gremmelspacher y Luis Quevedo.
Por otro, la lista que contiene a anteriores conducciones de la CAL, encabezada porJaime Rodrigué, acompañado por Gustavo Canevaro y Carlos Gazzera.

Elecciones en la CAL
“Defendemos a la pequeña y mediana editorial”
El próximo 24 de septiembre, se realizará la renovación de autoridades en la Cámara Argentina del Libro (CAL). Para hacer un balance de los últimos años de la CAL, y conocer los objetivos propuestos para una futura gestión, hablamos con Graciela Rosenberg (Lugar), Martín Gremmelspacher (Bonum) y Luis Quevedo (Eudeba), candidatos por la lista que representa a la actual conducción.


V+L: Este año hay dos listas para las elecciones de la CAL ¿A qué se debe?

Martín Gremmelspacher: Hay, en este momento, dos visiones distintas sobre cuál debería ser el rol de la CAL. La nuestra es muy clara: defensa de la pequeña y mediana editorial, ayudarlas en el trabajo diario aportando herramientas para que puedan potenciar sus posibilidades para trabajar en un mercado muy competitivo. Ese es nuestro verdadero objetivo, y es lo que vinimos haciendo durante los últimos años: acompañar y crear un marco de contención de la Cámara para que una pequeña empresa pueda, de alguna manera, equipararse con una grande.

V+L: ¿Cuáles fueron las principales acciones?

Graciela Rosenberg: Acompañar a esas pequeñas empresas, asesorarlas en diversas cuestiones. Hubo muchos años de trabajo para que las estas participaran en las compras del Estado. Una de las críticas que nos hacen es que estuvimos muy abocados a este tipo de trabajo. Muchas microempresas se vieron favorecidas por el tipo de material que producen, y creemos que eso ayudó en modo considerable a elevar la calidad de los libros que hoy circulan en el mercado. También gracias a esta medida, determinados tipos de libros pudieron llegar, escuelas, escuela rurales, o bibliotecas que hasta ese momento no tenían las mismas posibilidades que las de Capital. Eso fue posible por el Ministerio de Educación, la CONABIP, y también el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

MG: Otra iniciativa consistió en los convenios de importación y exportación. Ante una medida macroeconómica imposible de manejar por parte de nuestra Institución, encontramos en el agrupamiento de importadores y exportadores, una respuesta al problema. Los exportadores cedimos cupo para que los importadores pudieran seguir de alguna manera con su actividad. También participamos en distintas ferias en el interior en combinación con libreros locales. Este año hubo ventas por un millón y medio de pesos, por parte de editoriales que nunca hubieran llegado a esos distintos puntos del país. Hicimos un convenio con las papeleras, logrando descuentos del 20 al 25%. También organizamos diversos cursos de capacitación, y en varios nos quedamos sin cupo. También brindamos asesoramiento legal en temas de derecho de autor, de delito electrónico. Por otro lado, ante la negociación desigual entre grandes cadenas y pequeñas editoriales, la CAL defendió a estas últimas.

Luis Quevedo: Acceder a las distintas políticas de beneficios comerciales que existen no sucede automáticamente. Hay que estar, insistir, gestionar, hacer un seguimiento intensivo de los temas hasta que finalmente se pueda acceder a las mismas.También cabe señalar el crecimiento que han tenido nuestros socios en la participación de Ferias Internacionales.

V+L: ¿Cómo creen que se puede presentar la oposición ante estas medidas?

LQ: No lo sabemos, pero sí sabemos cómo es nuestra propuesta. En principio, la gestión encabezada por Isaac (Rubinzal), Graciela (Rosenberg) y Martín (Gremmeslpacher) es una gestión colectiva, abierta a la participación. Las reuniones del Concejo no son cerradas, las decisiones allí tomadas no son unilaterales. Las reuniones son de trabajo, trabajo, trabajo…

GR: De trabajo, y de camaradería también. Hemos logrado mantener vínculos a través de los años, que son muy importantes para poder seguir trabajando. Y también tenemos un buen equipo de gente, muy eficiente, ya se trate de la gerencia como de las distintas áreas.

V+L: Sobre el proyecto de Polo Editorial, ¿qué haría falta para concretarlo?

GR: El polo editorial es un proyecto de varios años, que llegó a instancias muy avanzadas. No se pudo concretar por falta de acuerdo entre Ciudad (de Buenos Aires) y la Nación. Es un proyecto que ayudaría a bajar mucho el costo de la logística, muy alto para empresas como las nuestras.

MG: Ese polo logístico también contiene el espíritu de colaboración que venimos planteando. Un proyecto así nos agruparía, nos permitiría conseguir un depósito en cómun, por ejemplo. Para la pequeña y mediana editorial, esto ayudaría a bajar costos, e incluso podría generar nuevos negocios, al recuperar rentabilidad. Tengamos en cuenta que al editor, peso que le sobra, peso que reinvierte en el libro. Y lo que no le sobra, también… (risas)

V+L: ¿Qué objetivos se plantean para una próxima Gestión en caso de ganar?

GR: Los mismos que se vienen sosteniendo desde la ruptura con los grandes grupos, en el 2000: en pocas palabras la defensa de la industria editorial nacional.

LQ: Otra tarea que tenemos por delante es la búsqueda de estrategias en común con la CAP en aquellos puntos que nos son comunes.

MG: También nos planteamos recuperar un proyecto como el del Instituto del libro. El libro es la única rama cultural que no tiene Instituto donde se puedan generar políticas culturales. Hemos llegado a conseguir el consenso de diputados y senadores, pero se interpretaron mal los números en la AFIP, y el proyecto quedó ahí. Si no, hoy lo tendríamos.

GR: Otra iniciativa para continuar trabajando es el impulso a las misiones comerciales al exterior, que se hicieron en conjunto, y en acuerdo con embajadas y consulados en diferentes países de Latinoamérica. Las embajadas organizaron ruedas de negocio. Ya que las editoriales no tienen la posibilidad de viajar solas, la Comisión de Comercio Exterior de la CAL ayudó a coordinarlo. Para algunos, fue el puntapié inicial para viajar y darse a conocer.

LQ: Por otro lado, tal vez en un futuro no muy lejano, los grandes jugadores del libro digital operen en la Argentina. Para que no nos sorprenda, debemos tener una estrategia, teniendo en cuenta en especial al sector librerías, que posiblemente resulte el primer gran perjudicado. Proponemos implementar políticas innovadoras que permitan preservar a las librerías.

GR: Debemos preservar esas librerías, también porque son el canal de venta de las editoriales pequeñas y medianas. En las grandes cadenas estamos, pero no tenemos la visibilidad que deberíamos tener. Las mesas están ocupadas por los best sellers, y es mucho más difícil la presencia de editoriales de menores dimensiones.

MG: Un logro que se cayó -pero no por culpa de la CAL-, fue el Portal del Libro Argentino. Esto implicaba poner al libro argentino, en una vidriera, muy útil para los pequeños editores. Proponemos retomar ese camino.

GR: Otro hecho importante de nuestra gestión es la nueva plataforma del ISBN, a través del cual se podrán elaborar catálogos virtuales para hacer visible las novedades a los compradores del interior y el exterior.

V+L: ¿Consideran que fueron transparentes las compras del Estado?

GR: Para nosotros fue un proceso transparente. Pudimos conseguir un adelanto de dinero para la producción. Esta ayuda antes no existía y es fundamental porque para los tirajes importantes, había editoriales que no tenían la posibilidad de tener el crédito para la compra del papel. Estas compras permitieron contar con financiamiento a pequeñas editoriales que han respondido produciendo mejores libros. Yo creo que las editoriales cumplimos una función social, más allá de lo comercial, y hacer buenos libros para que lleguen a todos, es un objetivo central.

MG: Además para una editorial micro, la compra del Estado puede equivaler a 3 o 4 años de su facturación. Le cambia el paradigma al pequeño editor, además del aporte a la bibliodiversidad.

GR: Por ejemplo hubo una compra de poesía, de 12 mil ejemplares por título. Para una editorial de poesía eso es impresionante. La Cámara acompañó en todo el proceso desde la inscripción como proveedor y hasta el cobro final. Muchos de estos títulos son ediciones artesanales.

V+L: Respecto a las papeleras, ¿creen que se puede llegar a un acuerdo sectorial?

MG: Logramos un convenio, que habrá que continuar…

GR: El consumo de papel para libros representa una pequeña proporción de las ventas del sector papelero. No es tan importante para las papeleras como el papel comercial. Seguiremos tratando de alcanzar más compras sectoriales para beneficiar a una mayor cantidad de socios.

V+L: Sobre capacitación, ¿qué proyectos tienen?

LQ: Tuvimos distintas líneas de capacitación. Una vinculada a las tareas prácticas, concretas, de la realización del libro y administración de una pequeña empresa editorial. Cómo se puede hacer un plan de negocios, por ejemplo. Otra línea fue la vinculada a “lo macro”, es decir, al funcionamiento de la economía hoy, los escenarios posibles, las perspectivas, y las distintas variables. Una tercera línea era aquella sobre las nuevas tecnologías. Nos dieron mejor resultado las charlas vinculadas a lo específico, pero creo que debemos seguir profundizando las distintas vías.

GR: La experiencia fue muy buena y continuaremos desarrollando programas de profesionalización, capacitación e información. Así como el diseño y puesta en práctica de cursos online.

V+L: ¿Qué medidas proponen para aumentar las exportaciones? 

MG: Ahí tenemos un problema macroeconómico que nos excede. La CAL tiene convenios muy buenos con el Correo y DHL. Vamos a algunas Ferias internacionales. La Comisión de Comercio Exterior el año pasado participó en varias misiones comerciales. Hoy en día casi toda América Latina está devaluando. Esto agrega una complicación. Estamos trabajando para la implementación del programa Exporta Libros.

GR: Si tenemos en cuenta los beneficios que está dando España a los distribuidores, condiciones muy especiales, sin obligación de entrada de divisas en el corto plazo nuestras posibilidades se reducen aun más.

V+L: ¿Cómo es la relación de la Fundación con la Cámara?

MG: La relación de la CAL con la FEL es buena, con una fuerte lucha en defensa de las pequeñas y medianas editoriales. Para los pequeños y medianos editores, la ecuación económica de la Feria es muy costosa. Estamos tratando de revertir esa ecuación. En algunos casos se logra, en otros no.

V+L: Con la Cámara de Publicaciones, ¿cómo es la relación?

MG: Es buena, tenemos intereses en común e intereses divergentes, como sucede en todos los mercados donde hay grandes y pequeños. En el 2000, la relación grandes-pequeñas era 20-80%. Hoy es aproximadamente 40-60%. Nosotros tenemos una visión más vinculada a la diversidad. Por ejemplo en el momento de venderle al Estado, las grandes pensaban “acá esta todo” y la CAL marcó que hay otras 200 editoriales que están en condiciones de venderle al Estado.

GR: Ellos tienen una situación diferente. Por ejemplo, pueden imprimir aquí, y enviar sus producciones a Latinoamérica. Al “autoexportarse”, tienen repartidos sus costos, y pueden traer otro tipo de libros. Nosotros tenemos que imprimir aquí, y buscar los libreros y distribuidores a quien venderles. Por eso fue tan importante el acuerdo que logramos con la Secretaría de Comercio.

V+L: Circuló una carta de Rodrigué sobre la profesionalización de la Fundación, creen que le falta profesionalización de la Fundación?

MG: La FEL necesita gente que esté en la cocina de las cosas. Su planta es profesional. Tiene un director de excelencia, un director comercial de excelencia, una especialista en Comunicación de excelencia y tiene una difusión muy buena. Eso lo tiene, y lo va a seguir teniendo. Él se refería a apartarse de esa cocina, y yo creo en todo lo contrario, porque es ahí donde se logran los beneficios para las pymes. A un pequeño editor, la Feria, aunque no le resulte rentable, tiene muchos beneficios. Sabe lo que el público está buscando, pueden sus autores estar en contacto con el público. Un gran problema que tenemos los editores es mostrar nuestro catálogo. Las grandes no lo tienen. La Feria nos pone en igualdad de condiciones, de exhibición al menos. Entonces, es muy importante mantener una presencia fuerte en el Consejo de la FEL, para seguir trabajando en ese sentido. El profesionalismo entendido de determinada manera, puede devenir en organizar una Feria más comercial. Puede ser, pero no es la función fundamental de la Feria.

LQ: En la última Feria se intentó implementar una medida para ayudar en la logística a los libreros del interior. Eso difícilmente hubiera salido de una cabeza “profesional”, porque para eso, uno debe estar en el día a día de su negocio, y ver cómo funciona.

MG: Se transportaron aproximadamente 35.000 libros a 166 librerías, la gran mayoría habrán sido de las pequeñas. Ahí apostamos a revertir la concentración de las librerías, porque una gran cantidad de pequeñas librerías pudieron comprar lo que de otra forma tal vez no hubieran podido. Este año vamos a implementar el mismo servicio también para los libreros del exterior que nos visiten.

V+L: ¿Nuevos proyectos hacia la Fundación?

LQ: En las últimas encuestas se vió un porcentaje muy alto de visitantes de la Feria con estudios universitarios. Hay una posibilidad de ver cómo desde las Jornadas Profesionales se generan propuestas vinculadas al mundo universitario.

V+L: Con la Carrera de Edición, ¿qué relación tienen?

GR: La Carrera aportó mucho en la profesionalización al sector, porque la mayoría de las editoriales tomaron conciencia de la importancia de un editor.

V+L: ¿Quienes piensan que los votarán?

MG: Quienes conocen nuestro trabajo ven en nosotros un par, similar a ellos, defendiendo los mismos intereses, y que le aprieta el zapato en el mismo lugar que nos aprieta a nosotros. Hay una sinergia entre sus necesidades y las nuestras como conducción. Me parece que eso claramente nos va a identificar cuando vayan a votar.

LQ: Nosotros, además de pedir el voto, pedimos que participen. Esta política de gestión abierta se enriquece con más participación, de modo que háganos llegar sugerencias. Pedimos que nos voten, pero además, que se comprometan con el trabajo.
Últimos boletines distribuidos:
Nº 2365, 21 de septiembre de 2015: Especial Grupo Claridad: mudanza de oficinas.
Nº 2367, 18 de septiembre de 2015: Grupo Claridad muda sus oficinas. Galerna: Novedades de septiembre. Novedad de Colihue. Sigmar
Nº 2366, 17 de septiembre de 2015: Daniel Divinsky se alejó de De la Flor. Novedades de Espacio (en el sitio v+l). Grupal: Novedades de Septiembre. Grupo Claridad muda sus oficinas.

Fin del Boletín Electrónico V+L Nº 2369
Editora: Silvia Beatriz Dopazo de Bisbini, Roma 1429 B1650KJG San Martín,
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